1] También ha habido disputas entre algunos teólogos que se adhieren a la Confesión de Augsburgo sobre este artículo: cuándo y de qué manera descendió Cristo al infierno, según nuestra simple fe cristiana; si ocurrió antes o después de su muerte; si fue solo según su alma, solo según su divinidad, o con cuerpo y alma; si fue un descenso espiritual o corporal; y si este artículo pertenece al sufrimiento o al triunfo glorioso de Cristo.
2] Sin embargo, dado que este artículo, como el anterior, no puede ser comprendido por los sentidos ni por la razón, sino que debe ser aceptado únicamente por la fe, nuestra opinión unánime es que no debe ser objeto de disputas, sino que debe ser enseñado y creído con la mayor simplicidad.
3] Como el Dr. Lutero, de bendita memoria, explicó este artículo de manera completamente cristiana en su sermón en Torgau en el año 1533, cortando todas las preguntas inútiles y no necesarias, y exhortando a todos los cristianos piadosos a una simple fe.
4] Porque es suficiente saber que Cristo descendió al infierno, destruyó el infierno para todos los creyentes y los redimió del poder de la muerte, del diablo, de la condenación eterna y de las fauces infernales. Cómo ocurrió esto, debemos dejarlo para el otro mundo, donde no solo este punto, sino muchas otras cosas más nos serán reveladas, las cuales aquí hemos creído sencillamente y que nuestra razón ciega no puede comprender.