Traducción de la versión en alemán
Artículo XII. Sobre El Arrepentimiento.
1] Se enseña, sobre el arrepentimiento, que aquellos que han pecado después del bautismo pueden obtener el perdón de los pecados en cualquier momento, cuando se arrepientan,
2] y no se les debe negar la absolución por parte de la iglesia.
3] Ahora, el verdadero y correcto arrepentimiento consiste en tener contrición y dolor,
4] o temor por el pecado,
5] y al mismo tiempo creer en el Evangelio y la absolución, que los pecados son perdonados y la gracia es obtenida por medio de Cristo. Tal fe nuevamente consuela y pacifica el corazón.
6] Después de esto, debe seguir la corrección y el abandono del pecado; porque estos deben ser los frutos del arrepentimiento, como dice Juan en Mateo 3:8, “Producid, pues, frutos dignos de arrepentimiento.”
7] Aquí se rechazan aquellos que enseñan que los que una vez han llegado a ser justos no pueden volver a caer.
8] Asimismo, se condena a los novacianos, que negaban la absolución a los que habían pecado después del bautismo.
9] También se rechazan aquellos que no enseñan que el perdón de los pecados se obtiene por la fe, sino por nuestras propias satisfacciones.
Traducción de la versión en latín
Artículo XII. Sobre la Penitencia
1] Se enseña sobre la penitencia que a aquellos que han caído después del bautismo pueden recibir el perdón de los pecados en cualquier momento, cuando se convierten,
2] y que la iglesia debe impartir la absolución a aquellos que regresan al arrepentimiento. La penitencia propiamente consta de estas
3] dos partes. Una es la contrición o
4] terrores que se imponen a la conciencia al reconocer el pecado; la otra es la fe, que se concibe del
5] evangelio o de la absolución, y cree que por Cristo los pecados son perdonados, y consuela
6] la conciencia y la libera de los terrores. Luego deben seguir las buenas obras, que son frutos de la penitencia.
7] Condenan a los anabaptistas, que niegan que los justificados una vez puedan perder el Espíritu Santo; y también, a aquellos que sostienen que a algunos les sucede tanta
8] perfección en esta vida, que no pueden pecar.
9] Asimismo, se condena a los novacianos, que no querían absolver a los caídos que, después del bautismo, regresaban al arrepentimiento.
10] También se rechazan aquellos que no enseñan que el perdón de los pecados se obtiene por la fe, sino que nos mandan merecer la gracia mediante nuestras propias satisfacciones.