Artículo X. Sobre la Santa Cena

54] Los adversarios no impugnan el décimo artículo, en el cual confesamos que el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Cristo están verdaderamente presentes en la Cena del Señor y son distribuidos y recibidos junto con las cosas visibles, pan y vino; como se ha mantenido hasta ahora en la iglesia, como también lo testifica el canon griego.

Y Cirilo dice que Cristo se nos da y es entregado corporalmente en la Cena, pues así dice: “No negamos que nos unimos a Cristo espiritualmente por la fe verdadera y el amor puro. Pero decimos no a que no tengamos ninguna unión con él según la carne, y eso también está en contra de la Escritura. Porque ¿quién quiere dudar de que Cristo también es así la vid, como las ramas, que obtenemos savia y vida de él?

Escucha cómo dice Pablo: ‘Somos todos un solo cuerpo en Cristo; aunque somos muchos, somos uno en él; porque todos participamos de un mismo pan.’ ¿Piensas que no sabemos el poder de la bendición divina en la Cena? Pues cuando esto sucede, hace que por el disfrute del cuerpo y la sangre de Cristo, Cristo también habite corporalmente en nosotros.”

También: “Por lo tanto, hay que notar que Cristo no está solo en nosotros a través de la unidad espiritual, a través del amor, sino también a través de la comunión natural.” Y hablamos de la presencia del cuerpo viviente; porque sabemos, como dice Pablo, “que la muerte no tiene más dominio sobre él.”