No tendrás otros dioses.

EL PRIMER MANDAMIENTO

1] Esto es, deberás considerarme a mí solo como a tu Dios. ¿Qué significa esto y cómo se entiende? ¿Qué significa tener un Dios o qué es Dios? 2] Respuesta: Dios es aquel de quien debemos esperar todos los bienes y en quien debemos tener amparo en todas las necesidades. Por consiguiente, "tener un Dios" no es otra cosa que confiarse a él y creer en él de todo corazón, como ya lo he dicho repetidas veces. La confianza y la fe de corazón pueden hacer lo mismo a Dios que al ídolo. 3] Si son la fe y la confianza justas y verdaderas, entonces tu Dios también será verdadero y justo. Por lo contrario, donde la confianza es errónea e injusta, entonces no está el verdadero Dios ahí. La fe y Dios son inseparables. En aquello en que tengas tu corazón, digo, en aquello en que te confíes, eso será propiamente tu Dios.

4] Por eso, es la intención de este mandamiento exigir la verdadera fe y la confianza de corazón que alcanzan al verdadero y único Dios y se adhieren solamente a él. Esto significa tanto como: Procura que sólo yo sea tu Dios y no busques ningún otro. Es como si Dios dijera: Los bienes que te falten, espéralos de mí y búscalos en mí. Y si sufrieses desdichas y angustias, ven a mí, atente a mí; yo mismo quiero darte todo lo suficiente que necesites y quiero ayudarte en toda desdicha. Pero no hagas depender tu corazón de nada, ni confíes en nada que no sea yo.

5] Esto tengo que explicarlo un poco más claramente, de manera que te entienda y se capte por medio de algunos ejemplos cotidianos de la actitud contraria. Algunos piensan tener a Dios y a todas las cosas en abundancia, cuando poseen dinero y bienes. En esto se confían y se engríen de tal modo, con tal firmeza y seguridad en lo que tienen que para ellos nada hay que valga la pena. 6] Observad, tal persona tiene ya también un dios que se llama Mammón, esto es, el dinero y los bienes en que tal persona ha puesto su corazón. Por lo demás, este es el ídolo más común en el mundo. 7] Quien posee dinero y bienes, se contadera muy seguro; es alegre e intrépido, como si viviera en medio del paraíso. 8] Por lo contrario, el que no tiene de todo esto, está en dudas y se desespera, como si no conociese ningún dios. 9] Pocos, muy pocos me encontrarán que tengan buen ánimo y que estén sin afligirse, ni quejarse, cuando no tengan Mammón, pues lo opuesto está adherido y es inherente a la naturaleza humana hasta la tumba.

10] También tiene un dios el que se confía y se apoya en que tiene una gran erudición, inteligencia, poder, merced, amistad y honor, pero tal dios no es el Dios único y verdadero. Así lo ves en la jactancia, la seguridad y el orgullo que se tiene sobre dichos bienes y, por lo contrario, el abatimiento, cuando se carece de ellos o se los pierde. Por lo tanto, repito: "tener un dios", significa, en correcta interpretación, tener algo en lo que el corazón se confíe por entero.

11] Recuérdese lo que en nuestra ceguedad hemos venido practicando y haciendo en los tiempos del papado. Contra el dolor de muelas, se ayunaba y celebraba en honor de Santa Apolonia14; para prevenirse do un incendio se apelaba a San Lorenzo; y si se temía ser atacado por la peste, se entregaba a San Sebastián15 o a San Roque16. Éstos y semejantes horrores son incontables, porque cada cual se escogía su santo para adorarlo e invocarlo, de modo que fuera socorrido en toda necesidad. 12] También pertenecen a ese grupo aquellos que actúan en forma muy grosera y llegan a pactar con el diablo para que les dé dinero suficiente, les ayude en sus amoríos o les preserve sus bestias o, en fin, para recuperar los bienes perdidos, etcétera, etcétera, como lo llevan a cabo los hechiceros y nigromantes. Pues todos éstos colocan su corazón y su confianza en otro lugar que en el verdadero Dios; no esperan ningún bien de él, ni lo buscan tampoco en él.

13] Comprenderás ahora fácilmente, qué y cuánto exige este mandamiento, esto es: todo el corazón del hombre, toda su confianza depositada únicamente en Dios y en ningún otro. 14] También comprenderás que "tener un dios" no consiste en atraparlo con los dedos y retenerlo entre las manos, ni quiere decir que pueda guardárselo en una bolsa, o encerrárselo en un armario; sino "tener un dios", y retenerlo, es que el corazón lo atrape y se adhiera a él. 15] Depender con el corazón de él no significa otra cosa, sino confiarse enteramente en él. Por ser esto así, Dios quiere apartarnos de todo cuanto cae fuera de él y quiere también atraernos hacia sí, puesto que él es el único y eterno bien. Es, en fin, la confianza que has puesto en Mammón o en otras cosas, todo eso espéralo de mí, considerándome como aquel que quiere ampararte y colmarte con profusión de toda suerte de bienes.

16] Por consiguiente, tenemos aquí en qué consiste el verdadero honor y servicio de Dios que le agrada y que, además, lo ha mandado, so pena de sufrir su ira eterna. Es decir que no conocerá tu corazón otro consuelo ni otra confianza, sino en Dios; no se dejará apartar de ello, sino que al contrario, se atreverá y hará pasar a segundo plano todo cuanto en el mundo existe. 17] Te será, por otra parte, fácil ver y juzgar que el mundo practica un culto divino falso y se entrega a la idolatría. En efecto, no ha habido jamás un pueblo tan perverso como para no levantar y mantener un culto divino, pues cada uno ha erigido un dios particular, del cual se esperaban los bienes, la ayuda y el consuelo.

18] Los paganos, por ejemplo, cuya confianza estaba puesta en el poder y en el dominio,erigieron a Júpiter como supremo dios. Otros hombres que buscaban la riqueza, la felicidad, el placer y días dichosos, erigieron por dios a Hércules, Mercurio, a Venus y otros. A Diana y Lucína se acogían las mujeres encintas y así procedían. Cada uno endiosaba aquello hacia lo cual lo llevaba su corazón. Por eso, según la opinión de todos los paganos, tener un dios consiste en confiar y creer. 19] Pero su error está en que tal confiar es falso e incorrecto, porque no se colocaba sobre alguno ni en el cielo ni en la tierra17. 20] Así se explica que los paganos no hicieran más que convertir su propia ficción y sus fantasías sobre Dios en ídolos y se confiasen en una pura nada.

21] Igual es la idolatría en general. No consiste en erigir una figura cualquiera y adorarla, sino ante todo en el corazón que mira a otro lado y busca ayuda y consuelo en las criaturas, en los santos y en los demonios, sin acogerse a Dios, sin esperar que sea tan bondadoso como para que nos socorra, sin creer tampoco que todo bien que experimenta proviene de Dios.

22] Hay, además, otro culto erróneo y la mayor idolatría que hemos practicado hasta ahora y que en el mundo sigue reinando; una idolatría sobre la cual se basan los diversos estados eclesiásticos. Concierne dicha idolatría únicamente a la conciencia, en tanto ésta busca ayuda, consuelo y salvación en sus propias obras; pretende obtener de Dios el cielo por la fuerza y calcula cuántas donaciones, cuántos ayunos ha hecho, cuántas misas ha celebrado, etc. En esto se confía la conciencia y se glorifica, como queriendo no aceptar los regalos de Dios y lograrlo y merecerlo todo sobradamente por sí mismo, exactamente como si Dios debiera estar a nuestro servicio y fuera deudor nuestro y nosotros señores suyos. 23] ¿No es esto, acaso, hacer de Dios un ídolo, un "Dios de madera"?19 ¿No es considerarse a sí misino y erigirse como Dios? Pero esta es una cuestión demasiado espinosa para ser tratada ante la juventud.

24] Sin embargo, sea esto dicho a las mentes sencillas a fin de que noten y retengan el sentido del presente mandamiento, o sea, que debemos confiar sólo en Dios buscando en él todo bien y esperándolo todo de él, como siendo aquel del cual recibimos cuerpo y vida, comida y bebida, todo género de alimentos, salud, protección, paz y todos los bienes temporales y eternos que necesitamos. Además, Dios nos preserva de la desdicha y nos auxilia y nos salva en toda adversidad que nos ocurra; de manera que únicamente Dios, como antes dijimos ampliamente, es aquel de quien se obtiene todo el bien y por quien se es librado de todo mal. Por eso precisamente, digo, nosotros los alemanes siempre hemos llamado a Dios Gott desde la antigüedad (más excelente y pertinentemente que en lengua alguna) de acuerdo a la palabrita gut(bueno), ya que Dios es fuente eterna, la cual se derrama sobre nosotros con pura bondad y de la cual mana todo lo que es y se llama bueno.

26] Aunque de los hombres recibimos mucho bien, sin embargo, es de Dios que lo recibimos todo, por orden y mandatos suyos. Nuestros padres, todas las autoridades y, asimismo cada uno de nosotros con relación a nuestro prójimo, todos, en fin, tenemos orden de hacernos mutuamente el bien en todas las formas. Por tanto, lo que recibimos no previene de los hombres, sino mediante ellos de Dios, pues las criaturas son solamente la mano, el canal y el medio de que Dios se vale para donárnoslo todo. Así provee Dios a la madre de pecho y leche para ofrecer al niño; grano y toda clase de productos de la tierra como alimento. Ninguna criatura puede por sí misma producir tales bienes. 27] Por consiguiente ningún hombre debe atreverse a tomar o entregar algo, a no ser que haya sido ordenado por Dios, para que, de ese modo, se lo reconozca como su don y se le dé gracias como este mandamiento lo exige. Sin embargo, no se desecharán por eso tampoco los medios de recibir el bien por las criaturas, ni se tendrá la osadía de buscar otras maneras caminos, sino los que Dios ha prescrito. Pues esto significaría que no se recibe de Dios, sino que se ha buscado por sí mismo.

28] Examínese cada cual y vea si considera este mandamiento por encima de todo y si lo tiene en la mayor estima, sin asomos de burla. Pregunta y sondea tu corazón y así sabrás si está ligado únicamente a Dios o no. Si tienes un corazón que no sabe esperar de Dios sino el bien y especialmente en las necesidades y carencias y, además, puede abandonar y dejar todo aquello que no es de Dios, entonces tendrás ciertamente al único y verdadero Dios. Si, por lo contrario, tu corazón está puesto en otras cosas, de las cuales espera mayor bien y auxilio que de Dios y si no acude a él, sino que le rehuye cuando sufre algún mal, entonces tendrás otro dios, un ídolo.

29] Por eso, para que se vea que Dios no ha pregonado su mandamiento en vano, sino que vigila severamente por su cumplimiento, ha unido a este mandamiento primeramente una horrible amenaza y, después, una hermosa y consoladora promesa, lo cual se debe también practicar e inculcar a la juventud, para que lo tome en serio y no lo olvide.

30] "Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, fuerte y celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación a los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos".18

31] Si bien estas palabras se refieren a todos los mandamientos, como luego veremos, van unidas, sin embargo, al primero y principal, por ser de suma importancia para el hombre disponer, ante todo, de una cabeza correcta, pues si la cabeza es correcta, la vida entera será también correcta y viceversa. Aprende, por lo tanto, de las palabras enunciadas, cuan grande se manifestará la ira de Dios contra quienes se confían en algo que no sea de él mismo; pero, al mismo tiempo aprenderás cuan bondadoso y misericordioso es Dios con quienes de todo corazón solamente creen y se confían en él. 32] La ira divina es tal que no cesa hasta la tercera y cuarta generación o descendientes, mientras que sus favores y bondad se derraman sobre millares. En vista de esto, no habrá que considerarse muy seguro y entregarse al azar, como hacen los corazones groseros que piensan que estas cosas no tienen importancia. 33] Él es un Dios tal que no deja sin castigo a quien se aparte de él, ni cede en su ira hasta aniquilar por completo, inclusive la cuarta generación. Dios quiere que se le tema y no se le menosprecie.

35] Así lo demuestra él también en todos los acontecimientos de la historia, como la Escritura nos muestra abundantemente y de igual forma nos lo puede enseñar la experiencia diaria. Ya desde el principio exterminó Dios toda idolatría, y por culpa de la misma, aniquiló también a los judíos y los paganos, del mismo modo como echa por tierra en nuestros tiempos todo culto falso; y quienes continúan practicándolo terminarán necesariamente pereciendo. 36] Si, a pesar de esto, se encuentra hoy gentuza orgullosa, poderosa y rica que se aferra a su Mammón, sin cuidarse de la ira o del burlarse de Dios (porque se creen capaces de resistir a aquélla), no conseguirán, sin embargo, realizar su objetivo como piensan, sino que antes de que lo puedan prever, sucumbirán junto con todo lo que fue objeto de su confianza, como así se hundieron también todos los que se habían creído más seguros y potentes.

37] Por culpa de tales cabezas duras que piensan que por el hecho de que Dios los observa y los deja tranquilos, lo ignora o no se cuida de ello, Dios tiene que obrar con violencia y castigar, de tal modo que no está dispuesto a olvidar hasta los hijos de los hijos, de manera que cada uno choque con esto y vea que para Dios no es esto una broma. 38] A estas personas se refiere Dios al decir: "los que me aborrecen", o sea: los que persisten en su terquedad y soberbia.

39] Si se les predica o se les dice, no quieren escuchar; si se les censura, a fin de que se conozcan a sí mismos y se corrijan, antes de que sobrevenga el castigo, se encolerizan y vuelven aún más necios, haciéndose así dignos de la ira, como estamos viendo ahora diariamente con los obispos y los príncipes.

39] Sin embargo, el consuelo en la promesa es más poderoso. Aunque aquellas palabras amenazadoras son terribles, los que solo en Dios se confían pueden estar seguros de que él se mostrará misericordioso con ellos, es decir, les manifestará toda su bondad y sus beneficio; pero no solamente en ellos, sino también en sus hijos durante millares de generaciones. Debiera esto conmovernos y llevarnos a elevar nuestro corazón con plena confianza a Dios, si anhelamos tener todo bien temporal y eterno en vista de que la excelsa Majestad do manera tan sublime se nos ofrece, tan cordialmente nos invita y tan generoso promesas nos hace.

41] Por consiguiente, considérelo cada uno de nosotros seriamente Y no como si fuera algo dicho por un hombre; porque de ello depende que puedas obtener bendiciones, dicha y salvación eternas a, por lo contrario, la ira, desgracias y pesares del corazón eternos. ¿Qué quieres tener o apetecer más que Dios te prometa tan amistosamente que quiere ser tuyo con todo genere de bienes y deseando protegerte y socorrerte en toda necesidad? 42] La falta está en que el mundo, desgraciadamente, no cree nada de esto, ni lo considera como palabra divina, porque ve que aquellos que se confían, no en Mammón, sino en Dios, sufren penas y angustias y que el diablo se opone e impide que conserven riquezas, favores y honores y, además, apenas logran salvar su vida. Mientras tanto, los servidores de Mammón disfrutan, ante los ojos del mundo, de poder, favores, honores, bienes y toda clase de seguridades. En vista de este hecho, será menester retener las palabras establecidas precisamente contra tales apariencias, sabiendo que no mienten ni engañan, sino que han de ser verdaderas.

43] Mira retrospectivamente o indaga y dime luego lo que han conseguido finalmente todos los que pusieron todas sus preocupaciones y todo su empeño en atesorar grandes bienes y riquezas, y descubrirás cómo sus afanes y trabajos se han perdido. Aunque lograron amontonar grandes riquezas, fueron desparramadas y, por último, se malograron. Ellos mismos no llegaron a disfrutar con sana alegría sus bienes que, además, no alcanzaron siquiera hasta la tercera generación de sus herederos. 44] Encontrarás suficientes ejemplos en todas las historias o en personas de edad y de experiencia. No tienes más que meditar y tenerlos en cuenta. 45] Saúl fue un gran rey, escogido por Dios y un hombro» piadoso. Pero una vez establecido firmemente en su cargo, no puso su corazón en Dios, sino en su corona y en su poder y así tuvo que perecer y con él todo lo que poseía, pues ni uno solo de sus hijos quedó con vida. David era, al contrario, tan pobre y despreciado, tan perseguido y acosado que en ninguna parte estaba seguro de su vida. 46] Sin embargo, permaneció ante Saúl y llegó a ser rey. Pues estas palabras debían subsistir necesariamente y ser verdaderas, ya que Dios no puede mentir ni engañar. Deja, pues, al diablo y al mundo con sus apariencias —que algún tiempo permanecen, pero que en definitiva no son nada— la labor de engañarte.

47] Por lo tanto, aprendamos bien el primer mandamiento, de manera que veamos que Dios no tolera la soberbia, ni tampoco que se ponga la confianza en lo que no sea sólo él y no nos exige otra cosa mayor que la cordial confianza en todo bien, de tal manera que andemos como es correcto y derecho y usemos todos los bienes que Dios nos ha dado, no de otra forma que como el zapatero usa la aguja, la lezna y el cabo para ejecutar su trabajo hasta que, concluido éste, las(herramientas) deja a un lado; o como huésped que se acoge a la posada en busca de alimento y lecho, sólo por las necesidades del momento; cada uno en su estado, según la disposición de Dios, no convirtiendo cosa alguna en su señor o su ídolo.

48] Baste lo expuesto acerca del primer mandamiento. Si lo hemos desarrollado extensamente ha sido porque es el más importante. Pues, como ya indicamos, si el corazón humano guarda la debida relación con Dios y si se cumple este mandamiento, lo mismo ocurrirá con todos los demás.


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14 Mártir del siglo III, muerta el 9 de febrero del 248 ó 249. Como lo fueron arrancados los dientes, era considerada como curadora de los dolores de muela.

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15 Diácono romano que murió quemado el 10 de agosto del 258.

16 Mártir muerto a principios del siglo iv. Posiblemente fue asaeteado.

17 Isaías 44:6

18 Éxodo 20:5-6; Deuteronomio 5:9-10, Deuteronomio 5:16-18

19 Lit. Dios de Manzana. Alemán: Apfelgott. Es posible que esta palabra sea una corrupción de Aftergott, que significa "dios falso" o "dios de imitación". Lutero solia usar este termino para lo mismo.