Traducción de la versión en alemán

Artículo I. De Dios1

1] En primer lugar, se enseña y se sostiene unánimemente, de acuerdo con el decreto del Concilio de Nicea,2 que hay una sola esencia divina,3 la que se llama Dios y verdaderamente es Dios.

2] Sin embargo, hay tres personas en la misma esencia divina, igualmente poderosas y eternas: Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo.

3] Todas las tres son una esencia divina, eterna, sin división, sin fin, de inmenso poder, sabiduría y bondad; un Creador y Conservador de todas las cosas visibles e invisibles.

4] Con la palabra persona4 no se entiende una parte ni una cualidad en otro, sino lo que subsiste por sí mismo, tal como los Padres han empleado la palabra en esta materia.

5] Por lo tanto, se rechazan todas las herejías contrarias a este artículo, tales como la de los maniqueos,5 que afirmaron dos dioses, uno malo y otro bueno; también la de los valentinianos6, los arrianos 7, los eunomianos8, los mahometanos 9 y todos sus similares.

6] También la de los samosatenses10, antiguos y modernos,que sostienen que sólo hay una persona y aseveran sofísticamente que las otras dos, el Verbo y el Espíritu Santo, no son necesariamente personas distintas, sino que el Verbo significa la palabra externa o la voz, y que el Espíritu Santo es una energía engendrada en los seres creados.

Traducción de la versión en latín

Artículo I. De Dios1

1] Nuestras iglesias enseñan de común acuerdo que el decreto del Concilio de Nicea, referente a la unidad de la Divina Esencia y a las tres personas, es verdadero y debe ser creído sin género alguno de duda; a saber, que hay una Esencia Divina, que se llama y que es Dios,

2] eterno, incorpóreo, indivisible, de inmenso poder, sabiduría y bondad, Creador y Conservador de todas las cosas, visibles e invisibles;

3] y sin embargo, que son tres personas de la misma esencia y poder, y coeternas, el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo.

4] Y úsase la palabra persona en la misma significación en que la usaron los escritores eclesiásticos en esta materia, para significar, no una parte o una cualidad en otra persona, sino lo que subsiste por sí mismo.

5] Condenamos todas las herejías levantadas en contra de este artículo, como a los maniqueos, que pusieron dos principios, uno bueno y otro malo; también a los valentinianos, arrianos, eunomianos, mahometanos y todos sus similares.

6] Condenamos también a los samosatenses, antiguos y modernos, quienes, a la par que sostienen que hay una persona en Dios, arguyen astuta e impíamente del Verbo y del Espíritu Santo que no son personas distintas, sino que verbo significa la palabra hablada, y espíritu significa el movimiento creado en las cosas.