La Confesión de Augsburgo (1530)
Traducción de la versión en alemán
Artículos en los cuales hay controversia, donde se describen los abusos que han sido corregidos.
Dado que en nuestras iglesias no se enseña nada en los artículos de fe que sea contrario a la Sagrada Escritura o a la iglesia cristiana universal, sino que solo algunos abusos han sido corregidos, que en parte se introdujeron con el tiempo y en parte se impusieron por la fuerza, nuestra necesidad exige que mencionemos estos abusos y expliquemos las razones por las cuales se han permitido estos cambios. De esta manera, Su Majestad Imperial podrá reconocer que no hemos actuado de manera anticristiana o temeraria, sino que hemos sido obligados por el mandamiento de Dios, que debe ser considerado más alto que cualquier costumbre, a permitir tales cambios.
Traducción de la versión en latín
Artículos en los cuales se mencionan los abusos que han sido corregidos.
Dado que nuestras iglesias no disienten en ningún artículo de fe de la iglesia católica, sino que solo omiten algunos abusos que son nuevos y han sido aceptados contra la voluntad de los cánones debido a los defectos de los tiempos, rogamos que Su Majestad Imperial escuche con clemencia cuáles han sido los cambios y cuáles han sido las razones para que el pueblo no se vea obligado a observar esos abusos contra su conciencia.
Y que Su Majestad Imperial no dé crédito a aquellos que, para inflamar el odio de la gente contra nosotros, difunden asombrosas calumnias sobre nuestro pueblo. De esta manera, al principio, al irritar los ánimos de los hombres buenos, proporcionaron la ocasión para esta disensión, y ahora intentan aumentar las discordias con el mismo artificio. Porque Su Majestad Imperial sin duda descubrirá que la forma de doctrina y ceremonias entre nosotros es más tolerable de lo que describen los hombres inicuos y malintencionados. Además, la verdad no puede ser recogida de los rumores del vulgo ni de las calumnias de los enemigos. Sin embargo, se puede juzgar fácilmente que nada ayuda más a conservar la dignidad de las ceremonias y a fomentar la reverencia y la piedad en el pueblo que si las ceremonias se realizan debidamente en las iglesias.