Traducción de la versión en alemán

Artículo III. Sobre el Hijo de Dios.

1] También se enseña que el Hijo de Dios se hizo hombre, nacido de la pura Virgen María,

2] y que las dos naturalezas, divina y humana, están unidas inseparablemente en una persona, siendo un solo Cristo, quien es verdadero Dios y verdadero hombre, verdaderamente nació, sufrió, [fue] crucificado, muerto y sepultado;

3] y que Él fue un sacrificio no solo por el pecado original sino también por todos los demás pecados, y apaciguó la ira de Dios.

4] Además, que el mismo Cristo descendió al infierno, verdaderamente resucitó de entre los muertos al tercer día, ascendió al cielo, y está sentado a la derecha de Dios, gobernando y reinando eternamente sobre todas las criaturas, y por medio del Espíritu Santo, santifica, purifica, fortalece y consuela a todos los que creen en Él, dándoles vida y

5] toda clase de dones y bienes, y protegiéndolos y defendiéndolos contra el diablo y el pecado.

6] Además, [se enseña] que el mismo Señor Cristo vendrá visiblemente al fin [del mundo] para juzgar a los vivos y a los muertos, etc., conforme al Credo Apostólico.

Traducción de la versión en latín

Artículo III. Del Hijo de Dios.

1] Además enseñan que el Verbo, es decir, el Hijo de Dios, asumió la naturaleza humana en el

2] vientre de la bienaventurada María virgen, de modo que hay dos naturalezas, divina y humana, inseparablemente unidas en la unidad de la persona, un solo Cristo, verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, nacido de la virgen María, verdaderamente sufrió, fue crucificado, muerto y

3] sepultado, para reconciliarnos con el Padre y ser la ofrenda no solo por la culpa original, sino también por todos los pecados actuales de los hombres.

4] El mismo descendió al infierno y verdaderamente resucitó al tercer día, luego ascendió a los cielos, para sentarse a la diestra del Padre, y reinar y dominar perpetuamente sobre todas las criaturas, santificar

5] a los que creen en él, enviando a sus corazones al Espíritu Santo, que los gobierne, consuele y vivifique, y los defienda contra el diablo y la fuerza del pecado.

6] El mismo Cristo volverá abiertamente para juzgar a los vivos y a los muertos, etc., según el Credo de los Apóstoles.