La tercera parte de los artículos.
Estos puntos o artículos podemos discutirlos con eruditos, personas razonables o entre nosotros mismos. El Papa y su reino no se preocupan mucho por ellos; para ellos, la conciencia no es nada, sino el dinero, el honor y el poder lo son todo.
I. Sobre el pecado.
1] Aquí debemos confesar, como dice San Pablo en Romanos 5:11, que el pecado proviene de Adán, el único hombre, por cuya desobediencia todos los hombres se han convertido en pecadores, sujetos a la muerte y al diablo. Esto se llama pecado original o pecado principal.
2] Los frutos de este pecado son luego las malas obras, que están prohibidas en los diez mandamientos, tales como la incredulidad, la fe falsa, la idolatría, la falta de temor de Dios, la presunción, la desesperación, la ceguera y, en resumen, no conocer o considerar a Dios; después: mentir, jurar por el nombre de Dios, no orar, no invocar a Dios, no considerar su Palabra, desobedecer a los padres, asesinar, impureza, robar, engañar, etc.
3] Este pecado original es una corrupción tan profunda y maligna de la naturaleza que no puede ser comprendida por la razón, sino que debe ser creída por la revelación de las Escrituras, Salmos 51:5; Romanos 5; Éxodo 33:3; Génesis 3:7 ss. Por eso, todos los errores y ceguera contra este artículo son enseñanzas de los teólogos escolásticos, a saber:
4] Que después de la caída de Adán, las fuerzas naturales del hombre permanecieron completas e incorruptas, y que el hombre, por naturaleza, tiene una razón correcta y una buena voluntad, como enseñan los filósofos.
5] Asimismo, que el hombre tiene libre albedrío para hacer el bien y evitar el mal, y viceversa, dejar de hacer el bien y hacer el mal.
6] Asimismo, que el hombre puede, con sus propias fuerzas naturales, cumplir y guardar todos los mandamientos de Dios.
7] Asimismo, que el hombre puede, con sus propias fuerzas naturales, amar a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo.
8] Asimismo, que si una persona hace todo lo que está en su poder, Dios ciertamente le dará su gracia.
9] Asimismo, que si alguien quiere ir al sacramento, no es necesario tener la intención de hacer el bien, sino que es suficiente con no tener la intención de pecar; tan buena es la naturaleza y tan poderoso es el sacramento.
10] Que no está fundamentado en la Escritura que para una buena obra sea necesario el Espíritu Santo con su gracia.
11] Muchos puntos similares han surgido de la falta de entendimiento y desconocimiento tanto del pecado como de Cristo, nuestro Salvador; verdaderas enseñanzas paganas que no podemos tolerar. Porque si estas enseñanzas fueran correctas, entonces Cristo habría muerto en vano, ya que no habría daño ni pecado en el hombre por el cual Él tuviera que morir; o Él habría muerto solo por el cuerpo, no también por el alma, ya que el alma estaría sana y solo el cuerpo estaría sujeto a la muerte.