IV. Sobre el Evangelio.

1] Volvamos ahora al Evangelio, que no ofrece consejo y ayuda contra el pecado de una sola manera; porque Dios es extremadamente rico en su gracia: en primer lugar, a través de la Palabra oral, en la que se predica el perdón de los pecados en todo el mundo, lo cual es el propio oficio del Evangelio; en segundo lugar, a través del bautismo; en tercer lugar, a través del santo sacramento del altar; en cuarto lugar, a través del poder de las llaves y también a través de la conversación y consolación mutua de los hermanos, Mateo 18:20: “Donde dos o tres se reúnen, etc.”