Artículo II. Sobre la Misa.

1] Que la misa en el papado debe ser la mayor y más terrible abominación, ya que se opone directa y violentamente a este artículo principal y, sin embargo, ha sido la más alta y hermosa de todas las idolatrías papales. Porque se sostiene que tal sacrificio o acto de la misa (incluso realizado por un villano) ayuda al hombre a liberarse de los pecados, tanto en esta vida como en el purgatorio, lo cual sólo debe y puede hacer el Cordero de Dios, como se ha dicho anteriormente. De este artículo tampoco se puede ceder ni conceder; porque el primer artículo no lo permite.

2] Y si hubiera papistas razonables, se podría hablar con ellos de manera moderada y amistosa: Primero, ¿por qué se aferran tan fuertemente a la misa? Es una invención puramente humana, no ordenada por Dios. Y todas las invenciones humanas pueden ser dejadas de lado, como Cristo dice en Mateo 15:9: “En vano me adoran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”.

3] En segundo lugar, es una cosa innecesaria, que se puede dejar sin pecado y sin peligro.

4] En tercer lugar, el sacramento se puede obtener de manera mucho mejor y más bendita (sí, únicamente de manera bendita) según la institución de Cristo. ¿Qué sentido tiene obligar al mundo a una cosa ficticia e innecesaria, cuando se puede tener de manera mejor y más bendita?

5] Prediquen públicamente a la gente que la misa, siendo una invención humana, se puede dejar sin pecado y que nadie será condenado por no considerarla, sino que se puede ser bendecido de manera mejor sin ella: ¿qué importa si entonces la misa cae por sí misma, no sólo entre la gente común, sino también entre todos los corazones piadosos, cristianos, razonables y temerosos de Dios? Mucho más si escucharan que es algo peligroso, inventado sin la Palabra y la voluntad de Dios.

6] En cuarto lugar, debido a los innumerables e indecibles abusos que han surgido en todo el mundo con la compra y venta de misas, se debería abandonarla, también solo para evitar tales abusos, incluso si tuviera algo útil y bueno en sí misma. Cuánto más se debería dejar, para prevenir eternamente tales abusos, ya que es completamente innecesaria, inútil y peligrosa, y se puede tener todo de manera necesaria, útil y segura sin la misa.

7] En quinto lugar. Dado que la misa no es otra cosa ni puede ser (como dice el canon y todos los libros) que una obra humana (incluso de villanos), con la cual uno se reconcilia con Dios, adquiere y merece el perdón de los pecados y la gracia (pues así se sostiene cuando se celebra de la mejor manera posible; ¿qué más podría ser?), debe y tiene que ser condenada y rechazada. Pues esto va directamente en contra del artículo principal, que dice que no un villano o siervo de la misa con su obra, sino el Cordero de Dios y el Hijo de Dios lleva nuestros pecados.

8] Y si alguien quisiera pretender, para dar buena apariencia, que quería usar el sacramento para su devoción o comunión, eso no es serio. Pues si quisiera comunicarse con seriedad, lo tiene seguro y de la mejor manera en el sacramento, según la institución de Cristo. Pero comunicarse a sí mismo es una idea humana, incierta e innecesaria y además está prohibido. Y tampoco sabe lo que hace, porque sigue una falsa invención humana sin la Palabra de Dios.

9] También, no es correcto (aunque todo lo demás fuera correcto) que uno quiera usar el sacramento común de la iglesia según su propia devoción y, a su gusto, actuar fuera de la comunión de la iglesia sin la Palabra de Dios.

10] Este artículo sobre la misa será crucial en el concilio. Porque si fuera posible que nos cedieran todos los demás artículos, no pueden ceder en este artículo. Como dijo Campegius en Augsburgo, preferiría ser despedazado antes que dejar la misa. Así también yo, con la ayuda de Dios, preferiría ser reducido a cenizas antes de permitir que un siervo de la misa, ya sea bueno o malo, sea igual o superior a mi Señor y Salvador Jesucristo. Así estamos y permaneceremos separados y en oposición para siempre. Ellos saben bien que si cae la misa, cae el papado; antes de permitir que eso suceda, nos matarán a todos, si pueden.

11] Además de todo esto, la cola de este dragón, la misa, ha producido muchos gusanos nocivos y el excremento de muchas idolatrías:

12] Primero, el purgatorio. Han comerciado con misas para las almas, vigilias, el séptimo día, el trigésimo día, y conmemoraciones anuales, y finalmente con la semana común y el día de todas las almas y baños de almas en el purgatorio, al punto que la misa casi se ha utilizado únicamente para los muertos, aunque Cristo instituyó el sacramento solo para los vivos. Por lo tanto, el purgatorio con todo su aparato, culto y comercio debe considerarse una mera ilusión del diablo. Porque también va contra el artículo principal, que solo Cristo y no las obras humanas deben ayudar a las almas; además, no se nos ha ordenado ni mandado nada sobre los muertos. Por lo tanto, se puede dejar, aunque no fuera un error ni idolatría.

13] Los papistas citan aquí a Agustín y a algunos padres que supuestamente escribieron sobre el purgatorio, y piensan que no vemos a dónde llevan tales citas. San Agustín no escribe que haya un purgatorio, ni tiene ninguna escritura que lo obligue a ello, sino que lo deja en duda si existe uno, y dice que su madre pidió que se la recordara en el altar o sacramento. Pues todo esto no es más que una devoción humana de personas individuales, que no establecen artículos de fe (lo cual solo pertenece a Dios).

14] Pero nuestros papistas llevan estas palabras humanas al punto de que uno debe creer en su mercado de misas por las almas en el purgatorio, lo cual es una mentira desvergonzada y maldita. No podrán probar esto a partir de San Agustín. Si han eliminado el mercado de misas del purgatorio, del cual San Agustín nunca soñó, entonces hablaremos con ellos si la palabra de San Agustín sin escritura puede ser tolerada y si los muertos pueden ser recordados en el sacramento.

15] No sirve de nada hacer artículos de fe a partir de las obras o palabras de los santos padres, de lo contrario también tendría que ser un artículo de fe lo que ellos comieron, vistieron, sus casas, etc., como se ha hecho con las reliquias. Se dice que la Palabra de Dios debe establecer artículos de fe y nadie más, ni siquiera un ángel.

16] En segundo lugar, los malos espíritus han causado muchos engaños, apareciendo como almas humanas, exigiendo misas, vigilias, peregrinaciones y otras limosnas con innumerables mentiras y engaños.

17] Lo cual todos hemos tenido que considerar como artículos de fe y vivir conforme a ello, y el Papa ha confirmado todo esto, al igual que la misa y todas las demás abominaciones. Aquí tampoco hay concesión ni renuncia.

18] En tercer lugar, las peregrinaciones. Se han buscado misas, perdón de los pecados y la gracia de Dios; pues la misa lo ha gobernado todo. Ahora es seguro que tales peregrinaciones no son ordenadas por la Palabra de Dios ni son necesarias, ya que se pueden dejar sin pecado ni peligro y se puede tener algo mejor. ¿Por qué dejar entonces las propias parroquias, la Palabra de Dios, esposa e hijos, etc., que son necesarios y mandados, y seguir estos espectros del diablo, innecesarios e inciertos?

19] Además de que el diablo ha montado al Papa para alabar y confirmar esto, para que la gente caiga frecuentemente de Cristo en sus propias obras y se vuelvan idólatras, que es lo peor de todo, además de ser innecesario, no mandado, no recomendado e incierto, también es dañino. Por lo tanto, tampoco hay concesión ni renuncia aquí, etc.

20] Y se debe predicar que es innecesario y peligroso; luego veremos qué pasa con las peregrinaciones.

21] En cuarto lugar, las cofradías, donde los monasterios, colegiatas e incluso vicarios se han asociado y compartido (una verdadera y legítima compra) todas las misas, buenas obras, etc., tanto para vivos como para muertos; lo cual no solo es una invención humana, sin la Palabra de Dios, completamente innecesaria y no mandada, sino también en contra del primer artículo de la redención, por lo tanto, no debe ser tolerado de ninguna manera.

22] En quinto lugar, las reliquias, donde se han inventado muchas mentiras públicas y tonterías de huesos de perros y caballos, que ya deberían haber sido condenadas por tales engaños, aunque hubiera algo bueno en ellas; además, también sin la Palabra de Dios, ni mandadas ni recomendadas, son completamente innecesarias e inútiles.

23] Pero lo peor es que también han tenido que funcionar como indulgencias y perdón de los pecados, como una buena obra y servicio a Dios, como la misa, etc.

24] En sexto lugar, aquí pertenece la querida indulgencia, dada tanto a los vivos como a los muertos (aunque por dinero), y el desdichado Judas o Papa vendió el mérito de Cristo junto con los méritos de todos los santos y de toda la iglesia, etc. Lo cual todo no debe ser tolerado y no solo está sin la Palabra de Dios, innecesario, no mandado, sino también contrario al primer artículo. Pues el mérito de Cristo se obtiene no por nuestra obra o dinero, sino por la fe a través de la gracia, sin todo dinero y mérito, no presentado por el poder del Papa, sino por la predicación o la Palabra de Dios.

Sobre la invocación de los santos.

25] La invocación de los santos es también uno de los abusos anticristianos que va en contra del primer artículo principal y borra el conocimiento de Cristo. Tampoco está mandada ni recomendada, no tiene ejemplo en las Escrituras, y todo esto lo tenemos mucho mejor en Cristo, incluso si aquello fuera algo valioso, que no lo es.

26] Y aunque los ángeles en el cielo intercedan por nosotros (como también lo hace Cristo mismo), así como los santos en la tierra o tal vez también en el cielo, de esto no se sigue que debemos invocar, adorar, ayunar, celebrar, celebrar misas, sacrificar, fundar iglesias, altares, cultos y servirles de otras maneras, y considerarlos como ayudadores necesarios y asignarles diferentes ayudas, como enseñan y hacen los papistas. Pues esto es idolatría, y tal honor solo pertenece a Dios.

27] Porque tú, como cristiano y santo en la tierra, puedes orar por mí en todas mis necesidades. Pero por eso no debo adorarte, invocarte, celebrarte, ayunarte, sacrificarte, celebrar misas en tu honor ni poner mi fe en ti para mi salvación. Puedo honrarte, amarte y agradecerte en Cristo de otra manera.

28] Si tal honor idolátrico se quita de los ángeles y santos muertos, el otro honor será inofensivo y pronto se olvidará. Porque cuando no se espere más ayuda y beneficio, tanto corporal como espiritual, se dejará en paz a los santos, tanto en la tumba como en el cielo. Pues nadie los recordará, prestará atención ni los honrará gratuitamente o por amor.

29] Y en resumen: No podemos tolerar lo que la misa es, lo que ha surgido de ella y lo que depende de ella, y debemos condenarla, para que podamos usar y recibir el sacramento santo de manera pura y segura, según la institución de Cristo, a través de la fe.