P Oremos como nuestro Señor Jesucristo nos enseñó:
C Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nos tu reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo; el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación; más líbranos del mal. T Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
¿Por qué oramos el Padre Nuestro en el Servicio del Sacramento?
En si el Padre Nuestro no es parte de la consagración para la Santa Cena, pero en la Iglesia Primitiva, decidieron poner la oración, "que viene de los labios de Cristo” ligado al momento más santo del servicio del Sacramento en que recibimos a Cristo mismo. (San Cipriano ~200 A.D.)
En parte, la decisión fue para que solo los bautizados (los únicos permitidos a permanecer en la sala durante la Santa Cena) orasen esta oración, esto porque “solo el que ha sido lavado y adoptado por el Señor lo puede llamar Padre en verdad”. (San Crisóstomo 347 A.D.) El sacramento es íntimo, y entonces la oración más íntima lo acompaña también.
¿Qué peticiones aplican de manera especial en la Santa Cena?
Todo el Padre Nuestro aplica de manera especial a la Santa Cena, por ejemplo: es solo por nuestra unidad con Cristo que podemos llamar a Dios Padre en los cielos. Es solo por obedecer su Palabra y mandatos que santificamos su nombre. Su reino verdaderamente viene en el sacramento, y lo celebramos porque era Su voluntad que lo hiciéramos cada vez que estemos reunidos. El “pan nuestro de cada día” que viene de su mano es importante, ¡y el pan de vida que estamos a punto de recibir es aún más importante!
En el sacramento está el verdadero perdón de pecados para nosotros, y acercarse al altar es también borrar las ofensas de otros para que seamos uno en la paz. Todo es para el fortalecimiento de la fe, para que resistamos la tentación, y seamos librados del mal.
Pax Domini
P La paz del Señor sea con todos ustedes siempre.
C Amén.
¿Por qué termina la oración con el anuncio de la paz?
Las palabras, “la paz del Señor sean con todos ustedes” son un saludo que dice que todo está listo, la paz entre Dios y entre hermanos ha sido ganado en la cruz, y ahora disfrutamos de los frutos de la vida. Hemos orado como uno, ahora vivimos como uno en la santa comunión.