DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Aunque las lágrimas de dolor nos cieguen a la esperanza, la voz de Cristo resucitado atraviesa las tinieblas, llamándonos por nuestro nombre a apartarnos de la desesperación del sepulcro vacío y mirar a Él, nuestro Redentor viviente, que las enjugará todas.
Resumen del sermon predicado por: Rev. James Neuendorf
Textos: Job 19:23–27, 1 Corintios 5:6–8, Juan 20:1-18
IHS:
Es difícil ver a través de las lágrimas. La pena (si la conoces) es como un hoyo negro en el corazón. La tristeza se traga tus pensamientos, nublando tu mente. Abajo en el pozo de la desesperación, tus sentidos están embotados, adormecidos. Alejas a la gente, sientes que no te entienden; ¡no pueden entender! Más que nada en el mundo, quieres que te dejen solo; y más que nada en el mundo temes obtener lo que quieres. Tu pena grita de tal modo que cualquiera que entra en tu oscuridad se vaya, aunque tu tristeza le rogaría que se quede. Caer en el hoyo de la pena hace imposible ver cualquier otra cosa. Todo lo que te consume son los pensamientos de lo que el pecado ha causado: polvo, separación, desolación de la muerte. Nada parece importar. A través de ese velo acuoso, salado y ondulante, clamamos a esa figura borrosa que ha invadido nuestra oscuridad, con el Salmista: "¿Quién nos mostrará algo bueno? ¡Alza, oh Jehová, la luz de tu rostro sobre nosotros!" (Salmo 4:6)
"¡No me molestes, déjame en paz! ¡Estoy ocupado mirando esta tumba! ¡Todo lo que me importa me ha sido quitado!" Pero una voz familiar atraviesa la penumbra, "María..."
Oh, ¿pero no es siempre así con Él? Él abre los ojos de los ciegos a través de la Voz de Su Palabra, que también abre los oídos de los sordos. ¿Qué le dijeron a Bartimeo? "¡Levántate, anímate, Él te llama!" (Mc 10:49)¡Anímate entonces, prisionero de esperanza! (Zac. 9:12) Sé que duele mirar esa luz, pero Él te llama. ¡La muerte ha sido tragada en la muerte! ¡Él lo ha hecho!
Vuelve tus ojos de la oscuridad y mira a través de tus lágrimas al que fue inmolado por ti. ¡Tu Redentor vive! ¡Deja de llorar! ¡No porque necesites "seguir adelante con tu vida", sino porque la tumba está vacía y no hay nada que llorar! ¿¡Por qué buscan entre los muertos al que vive!? Todo lo que estaba roto ha sido hecho nuevo. Los pecados son perdonados. Satanás es aplastado. La muerte ha terminado. Cristo ha descendido al pozo contigo, y ahora Él te llama a ascender de él con Él. Porque Él resucitó; tú también resucitarás con Él. Porque Él resucitó; aquellos a quienes lloras que le pertenecen vivirán para siempre. ¡Tú que estás sepultado con Él en el bautismo en una muerte como la Suya, serás resucitado a una vida eterna como la Suya!
Es difícil ver a tu Salvador a través de las lágrimas, así que Jesús las enjuga todas. Y un día, cuando la última de esas lágrimas haya sido limpiada de tus ojos; lo verás tan claramente como ahora lo oyes. ¡Anímate o ‘Magdelana’! ¡Él te llama! Amén.
Oh Señor Jesucristo Resucitado, cuya voz atraviesa las tinieblas de nuestro dolor, llamándonos por nuestro nombre aun cuando las lágrimas nos ciegan a la esperanza; concédenos la gracia de escuchar Tu llamado en medio de nuestra tristeza, para que, apartándonos de la desesperación del sepulcro, podamos contemplarte a Ti y Tu Brillante Rostro, nuestro Redentor viviente, que prometes enjugar toda lágrima de nuestros ojos; Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
ENGLISH TRANSLATION
EASTER SUNDAY
Though tears of grief may blind us to hope, the voice of the risen Christ cuts through the darkness, calling us by name to turn from the despair of the empty grave and look to Him, our living Redeemer who wipes them all away.
By: Rev. James Neuendorf
Texts: Job 19:23–27, 1 Corinthians 5:6–8, John 20:1-18
IHS:
It is hard to see through tears. Grief, if you are acquainted with it, is like a black hole in the heart. Sorrow swallows your thoughts, clouding your mind. Down in the pit of despair, your senses are dulled, numb. You push people away, feeling misunderstood. More than anything, you want to be left alone, yet you fear getting exactly what you want. Grief screams for the one who enters into your darkness to leave; sorrow pleads with them to stay.
When you have been staring into a dark grave, it can hurt to look back towards the light. Falling into grief's hole makes seeing anything else impossible. All consuming are thoughts of what sin has wrought: dust, separation, sorrow through death. Nothing seems to matter. Through that watery, salty veil, we cry out with the Psalmist to that blurry figure who has invaded our darkness, "Who can show us any good? Lift up the light of Your countenance upon us, O Lord!" (Psalm 4:6)
"Don't bother me, leave me in peace! I am busy looking into this grave! Everything that matters has been taken!" But a familiar voice cuts through the gloom, "Mary..."
Oh, but isn't it always this way with Him? He opens the eyes of the blind through the Voice of His Word, which also opens the ears of the deaf. What did they say to Bartimaeus? "Get up, take heart, He is calling you!" (Mk 10:49) Take heart then, you prisoner of hope! (Zec. 9:12) I know it hurts to look at that light, but He is calling you. Death is swallowed up in death! He has done it! Turn your eyes from the darkness and look through your tears at the one slain for you. Your Redeemer lives! Stop your weeping! Not because you need to "move on," but because the grave is empty and there is nothing to mourn! Why do you seek the living among the dead!? Everything broken has been made new. Sins are forgiven. Satan is crushed. Death is ended.
Christ has descended into the pit with you, and now He calls you to ascend out of it with Him. Because He rose, you also will rise with Him. Because He rose, those you mourn who belong to Him will live forever. You who are buried with Him in baptism into a death like His, will be raised into everlasting life like His!It is hard to see your Savior through tears, so Jesus wipes them all away. And one day, when the last of those tears has been lifted from your eyes; you will see Him as clearly as you now hear Him. Take heart oh ‘Magdalene’! He is calling you! Amen.
O Risen Lord Jesus Christ, whose voice alone pierces the darkness of our grief, calling us by name even when tears blind us to hope; grant us grace to hear Your call amidst our sorrow, that, turning from the despair of the empty grave, we may behold You and your shining countenance, our living Redeemer, who promises to wipe every tear from our eyes; You who live and reign with the Father and the Holy Spirit, one God, now and forever. Amen