813 - LA CAUSA ES TUYA, ¡OH, SALVADOR!
1. La causa es tuya, ¡oh, Salvador!
Que en nuestra mano está;
Y porque es tuya, ¡oh, Señor!
Jamás se perderá.
Mas antes de resucitar
El grano se ha de sepultar,
Y vuelve a germinar así
Llenando un día el alfolí.
La muerte da
Precioso fruto allá.
2. Muriendo al cielo se elevó
Jesús, que es nuestro Rey;
Así la senda señaló
A su pequeña grey.
Sea el camino de la cruz
Escala para mí de luz.
Hazme partícipe también
De tu sufrir y de tu Edén
De eterna luz,
Por tu gloriosa cruz.
3. Tu muerte al mundo vida da:
Enséñame a morir;
En Ti nuestra esperanza está,
Y es gloria a Ti seguir.
Aquel que más se humillara
Más victorioso luchará.
¡Marchad, creyentes, a la lid!
El triunfo es vuestro: ¡Firmes id
De Cristo en pos
Al gozo y paz de Dios!
Letra: Samuel Preiswerk, 1799-1871, estr. 1 y 2; Félix von Zaremba, 1794-1874, estr. 3; trad. Federico Fliedner, 1845-1901
Música: Johann Michael Haydn, 1737-1806
Col 3:1-4
Letra: © Culto Cristiano, Publicaciones “El Escudo”, 1964; administrado por Ediciones La Aurora