458 – CRISTO, VIDA DEL VIVIENTE
1. Cristo, vida del viviente,
Cristo, nuestro Salvador,
Entregado por nosotros
A la pena y el dolor;
Tú salvaste del pecado
Al mortal ya condenado:
Gracias mil ofrezco a Ti,
Pues moriste Tú por mí.
2. Nuestra carga Tú llevaste,
La que el hombre mereció;
Y la burla Tú sufriste
¡Oh, Santísimo de Dios!
Nuestras almas Tú libraste,
Y el pecado Tú quitaste:
Gracias mil ofrezco a Ti,
Pues moriste Tú por mí.
3. Llueve sobre Ti blasfemia,
Te escarnecen: ¡Salve, Rey!
Pero mucho más te apremia
Mi maldad con que pequé
Fuiste tú mi sustituto:
Tu rescate yo enaltezco.
Gracias mil ofrezco a Ti,
Pues moriste Tú por mí.
4. Al Madero vil clavado,
Llevas nuestra transgresión;
Pues sangre has derramado
Para darnos el perdón.
“¡Oh, Dios mío! Así clamaste
¿Por qué me desamparaste?”
Gracias mil ofrezco a Ti,
Pues moriste Tú por mí.
5. Tu sublime sacrificio,
Consumado en dura cruz,
Nos liberta de la muerte
Y nos trae a plena luz.
Los loores te daremos,
Y por siempre cantaremos:
Gracias mil ofrezco a Ti,
Pues moriste Tú por mí.
6. Descendiste sin temores
Al infierno, mi Jesús:
De la muerte los horrores
Nos quitaste por tu cruz.
Tu camino doloroso
Me abre el porvenir dichoso.
¡Gracias mil te cantaré,
Cuando en gloria te veré!
Letra: Ernst Christoph Homburg, 1605-1681; trad. inglés: Catherine Winkworth, 1827-1878; trad. español: Andrés Meléndez, 1902-1999
Mt 67;33-46; 1 Co 15:57; Is 53:5; 1 P 2:24
Letra: Culto Cristiano, Publicaciones “El Escudo”, 1964; administrado por Ediciones La Aurora