1. ¡Oh quién en Ti morara!

Maravillosa Sión,

Del redimido patria

Y alcázar de mi Dios.

Allí sin inquietudes

Sería mi canción

Un Aleluya eterno

Al Rey, mi Salvador.

2. ¡Oh, quién allá morara!

Tu pronta aparición,

Estrella matutina,

Espero con ardor;

Alegres nuevas trae

Del día aquel que en Sión

Veré en plena gloria

El Rey, mi Salvador.

3. ¡Oh, quién allá morara!

Prodúceme aflicción

Pensar que aún al mundo

Tan apegado estoy.

Las cuerdas que te ligan

Quebranta, corazón,

Y sube a la presencia

Del Rey, mi Salvador.

4. ¡Oh, quién allá morara!

Mi agradecida voz

Alegre entonaría

Los cánticos de Sión.

En donde resplandece

En día eterno el sol,

Vería en su hermosura

Al Rey, mi Salvador.

5. ¡Oh, quién allá morara!

Si yo en su mansión

Tuviera ya tendido

Mi blanco pabellón,

A su agradable sombra

Disfrutaría yo

La gloria de la gracia

Del Rey, mi Salvador.

Letra: Pedro Castro, 1840-1887

Música: Musae Sioniae, vol. 7, Wolfen-büttel, 1609, ed. Michael Praetorius

2 Ti 4:18; Heb 12:2; Ap 3:5, 21; 22:16-17

Letra y Música: dominio público