1. Jesús, mi tesoro, mi dicha, mi amor,

Tú solo el consuelo me mandas a mí:

Si alegre me encuentro, si tengo dolor,

Mi tierna plegaria dirijo hacia Ti.

2. Por eso en el mundo a Ti, mi Señor,

La paz y el consuelo te debo pedir,

Cantando mil himnos con santo fervor,

Que Tú, por tu gracia, querrás recibir.

3. Pues Tú me sustentas, mi Rey y mi Dios,

Miseria y pecado retiras de mí,

Y me has prometido tu gracia y perdón,

Si vengo contrito y confiado hacia Ti.

4. Por eso humillado, tu célica voz,

Tus tiernas promesas escucho yo aquí,

Constante esperando tu gracia y amor,

Para ir luego al cielo contigo a vivir.

Letra: Elías Amador, s.f.

Música: Colección galesa de David Evans, 1920

Mt 11:28; 2 Ts 2: 16-17; Flp 3:8; Heb 4:1

Letra: © Culto Cristiano, Publicaciones “El Escudo”, 1964; administrado por Ediciones La Aurora