1. Tu sangre, ¡oh, Cristo!, y tu justicia,
Mi gloria y hermosura son;
Feliz me acerco al Padre eterno,
Vestido así de salvación.

2. Su fueren más los pecadores
Que arenas hay en playas mil,
Ya padeció Jesús por todos;
A todos llama a su redil.

3. Seguro estoy que el Hijo amado,
Que por mí aboga en gloria allá,
Pagó muriendo mi rescate;
La vida eterna diome ya.

4. Al responder al llamamiento
A estar feliz contigo allí,
Habrá de ser mi canto eterno:
“Moriste Tú, Jesús, por mí”.

Letra: Leipziger Gesangbuch (1538), estr. 1; Nicolaus Ludwig von Zinzendorf, 1700-1760, estr. 2-4; trad. desconocido

Música: Clement Cotterill Scholefield, 1839-1904

Ap 7:13-17

Letra: © Culto Cristiano, Publicaciones “El Escudo”, 1964; administrado por Ediciones La Aurora