1. Cantad cristianos, por doquier,
Con dulce melodía:
Load al Dios de gran poder
Saltando de alegría;
Al don precioso que no dio
Cuando a gran precio nos compró.
A voces celebremos.

2. Cautivo yo del diablo fui,
A muerte condenado;
La iniquidad en que nací,
Me tuvo esclavizado
Pues mi alma llena de temor
Buscó en vano un defensor:
Me perdí en transgresiones.

3. Mis buenas obras, sin valor,
No pesan en el juicio.
Mi ser, desviado se su autor,
Se inclina a todo vicio.
Me hundí en desesperación;
Me fui muriendo en perdición,
Cayendo hasta el infierno.

4. Mas con eterna compasión
Vio Dios mi desventura;
De mi pérdida condición
Él mismo halló la cura:
Su fiel cariño paternal
Me compró un bálsamo vital:
¡Dios Hijo fue el gran precio!

5. Dios Padre al Hijo así habló:
“Ya es hora de apiadarse:
Ve al mundo Tú, –mi propio Yo–
Que no podrá salvarse;
Sé Tú del hombre salvación,
Concédele del mal perdón:
Vivir hazlo contigo”.

6. El Hijo en su sin par amor
Obedeció al Padre:
A ser mi hermano y mediador
Nació de virgen madre.
De su deidad no se glorió,
Cual siervo humilde aquí vivió,
Al diablo combatiendo.

7. Me dijo: Cerca quédate,
Yo soy tu fortaleza,
Yo mismo te rescataré
Te sostendré en firmeza;
Pues eres mío y tuyo soy,
Conmigo irás a donde voy,
Satán vencer no puede.

8. Aunque él mi sangre verterá,
Y esté yo a muerte yendo,
Por ti y tu bien esto será,
Sé firme y fiel creyendo.
Yo mismo, muerte venceré,
Con mi inocencia pagaré
Por todos tus pecados.

9. Ahora al Padre santo voy,
De tierra a cielo asciendo,
El Santo Espíritu te doy,
Del cielo lo encomiendo:
Consuelo en pruebas te dará,
A ser veraz te enseñará,
A la verdad Él guía.

10. Lo que enseñé mientras viví
Los guíe en vida siempre;
Que predicando fiel, así
Verdad del reino siembren.
Estén atentos que Satán
El Evangelio estorbará,
Queriendo destruirlo.

Letra: Martín Lutero, 1483-1546; trad. desconocido

Música: Etlich Cristlich lider, Wittenberg, 1524

Salmos 98:1-3; 2 Ti 1:9-10; Gl 4:4-5; Romanos 3:28

Letra: dominio público