726 - JESÚS VENGO A TU SANTA CENA
1. Jesús vengo a tu Santa Cena:
Hambriento está mi corazón.
De tu mansión de gloria llena,
Ven, sé de mi alma la porción.
Estribillo: Jesús, tu cuerpo y sangre son
Sostén de mi alma, el sumo don. Amén.
2. Cual huésped digno haz que aparezca
En tu banquete celestial;
Que humilde mi alma comparezca
En tu presencia en fe total. Estr.
3. En cuanto a mí: Soy muy indigno.
Porque en maldades me perdí.
Me buscas Tú, Pastor benigno,
Tu oveja descarriada aquí. Estr.
4. Haz que maldiga mi pecado,
Del alma mía azote y mal.
Mi vida habiendo examinado
¿Podré enfrentar tu tribunal? Estr.
5. Amigo Tú de pecadores
No quieres nuestra perdición;
Anhelas que los malhechores
Contritos busquen tu perdón. Estr.
6. Yo vengo a Ti tan agobiado,
Cansado por mi iniquidad;
Tú que a ninguno has desechado,
Refréscame por tu piedad. Estr.
7. Heme a tus pies arrodillado,
Llorando mucha transgresión;
Mas sé que Tú me has rescatado,
Tu cruz me calma el corazón. Estr.
8. La Santa Cena, Cristo: es pacto
De tu cariño bienhechor:
Aquí demuestras en el acto
Lo intenso y fuerte de tu amor. Estr.
9. Es colmo de tus bendiciones,
Sostén y apoyo de la fe;
Firmeza de los corazones:
¡De Dios la gracia en ella ved! Estr.
10. Tu cena es el maná del alma:
Al pobre, rico y noble hará;
Al diablo espanta, horrores calma,
Y al moribundo aliento da. Estr.
11. La débil fe Tú pones fuerte,
Banquete rico celestial;
Aunque en tinieblas de la muerte
Me animas a la lid final. Estr.
12. Como en sus brazos una madre
A su hijo da tranquilidad,
Ante el dolor que me taladre
Tu amor es mi seguridad. Estr.
13. Buen Médico, soy tu paciente,
Heme, ¡oh, mi Padre!, tu hijo fiel.
Cual vela, mástil y aun corriente
Seguro llevas mi bajel. Estr.
14. El cuerpo que en la cruz has dado,
La sangre derramada allí,
Rescate pleno me han ganado:
Salud y paz disfruto así. Estr.
15. Unido estoy a Ti, mi vida:
Yo vivo en Ti, y Tú en mí.
Ya mi alma más no está afligida.
Pues tiene gozo y paz en Ti. Estr.
16. ¿Hay quién se atreva a condenarme?
¡Me justifica el mismo Dios!
Gehena no podrá tragarme,
Al cielo voy de Cristo en pos. Estr.
17. ¡Que vengan muerte y sepultura!
Pues ya no tienen aguijón.
Jesús pasó por su negrura:
¡Por Él tendré resurrección! Estr.
18. No puede resistir la cueva
Cuando Él nos llama: ¡Despertad!
La tumba, puerta a vida nueva,
Me lleva a la felicidad. Estr.
19. Mi carne, en polvo ya deshecha,
Harás en gloria revivir;
Así que al fin en tu cosecha
Podrásme en tu granero incluir. Estr.
20. Dolor y pena se acabaron:
Dulzura llena el corazón.
Los que a Jesús ya se entregaron,
Sus bienaventurados son. Estr.
21. De dicha eterna un heredero,
Soy templo de la Trinidad
Y de ángeles el compañero,
Colmado de felicidad. Estr.
Letra: Friedrich Christian Heyder, 1677-1754; trad. Albert Lehenbauer, 1891-1955
Música: Biblioteca Municipal, Leipzig, 1756
1 Co 11:23-26
Letra: © Culto Cristiano, Publicaciones “El Escudo”, 1964; administrado por Ediciones La Aurora